TRANSFORMACIÓN DE UN ALMACÉN EN SALA MULTIUSOS

La Casa del Pastor

DE ALMACÉN A GRAN SALÓN FAMILIAR

Este proyecto aborda la rehabilitación de un volumen perteneciente a un cortijo familiar, que antiguamente servía como casa del pastor y luego como almacén, así como sus espacios exteriores. La intervención busca transformar este espacio en una sala multiusos para reuniones familiares, diseñada para adaptarse a diferentes actividades como cocinar, comer y convivir, dada la falta de una sala amplia en el cortijo.

FLEXIBILIDAD Y DISEÑO FUNCIONAL

La reforma crea un espacio diáfano, amueblado de manera flexible según las necesidades del momento. Incluye una cocina integrada, una gran chimenea tradicional donde poner reunirse alrededor del fuego o cocinar, y un altillo que aprovecha la altura del volumen, donde dormir 6 personas. Lo que permite que el espacio funcione también como una casa independiente. Esta flexibilidad permite que el lugar se transforme y se adapte a lo largo del día.

RESPETO A LA ESTÉTICA ORIGINAL

El diseño mantiene la estética exterior del almacén original, preservando su imagen de almacén. Se abre un gran ventanal para conectar el espacio con el paisaje de la Sierra de Caravaca, que quedará oculto por portones de hierro oxidado que mantienen la estética de almacén cuando el lugar no está en uso.

En cuanto a los materiales, se ha recuperado el interior de piedra original eliminando el enlucido, dejando las paredes al desnudo. La cubierta se ha aislado, y se han instalado bardos nuevos pintados igual que las vigas, manteniendo la estética de almacén. El suelo de hormigón existente se ha pulido para realzar su carácter. La elección de materiales se ha realizado con un enfoque minimalista debido a la dificultad de acceso al cortijo, utilizando carpinterías de madera y un altillo de madera, y una cocina de obra con cortinas tradicionales en lugar de puertas.

INTERVENCIONES EXTERIORES: PISCINA Y ESPACIOS DE ESTAR

Una piscina diseñada en el final del bancal de la casa se integra con el horizonte lleno de árboles, mientras que un banco perimetral la abraza, creando un nuevo espacio de estar al aire libre. La piscina se materializa con la austeridad de una balsa. Este diseño extiende y a la vez limita los espacios exteriores del cortijo, permitiendo que el agua enmarque el paisaje circundante.

ADAPTABILIDAD COMO VALOR PRINCIPAL

La flexibilidad del espacio es uno de los aspectos más destacados del proyecto, permitiendo que el lugar se adapte a las necesidades del momento. El banco perimetral y los muebles móviles son los elementos clave que permiten transformar el espacio según las personas y actividades, haciendo que el espacio funcione tanto como área de reunión como vivienda independiente, para 5 o 25 personas.